Prohibición del baño: Algas tóxicas en el hermoso Adriático italiano: playas parcialmente cerradas
Vacaciones y días agradables en la playa: así es como la mayoría de la gente imagina sus vacaciones ideales en Italia. Pero las autoridades del Adriático luchan actualmente contra una plaga invisible. Una plaga que no está exenta de peligros y que mantiene ocupadas a las autoridades. En plena temporada alta, algunos lugares han tenido que cerrar. Se advierte claramente a los turistas mediante carteles de advertencia y también por radio.
El Mediterráneo sufre una peligrosa plaga de algas.
El motivo es el alga venenosa «Ostreopsis Ovata». Estas algas no pueden verse a simple vista, pero este verano se están extendiendo cada vez más por el Mediterráneo.
La «Ostreopsis Ovata» puede ser peligrosa para las personas incluso sin contacto directo. «El alga en sí no es venenosa. Pero se vuelve venenosa cuando sus células se rompen al entrar en contacto con las rocas. Los fragmentos celulares pueden entonces pasar al aire y ser inhalados», explica Maurizio Dionisio, jefe de la agencia medioambiental de la región oriental de los Abruzos. Aunque es más probable que estos fragmentos celulares se encuentren en las rocas y no directamente en las playas de arena, algunas zonas costeras ya han tenido que cerrarse debido al riesgo para la salud.
Las autoridades advierten a los turistas
La plaga ya ha aparecido este verano tanto en el este como en el noroeste del país. En Liguria, unas 500 personas sufrieron los síntomas típicos, como dolores de cabeza, dificultades respiratorias, náuseas, fiebre y mareos. Sin embargo, los síntomas suelen desaparecer al cabo de unos días, sin que se produzcan daños posteriores.
No obstante, las autoridades aconsejan sobre todo a las personas con problemas respiratorios que eviten por el momento las costas afectadas del Adriático. También corren peligro los empleados de servicios de salvamento, hoteles o restaurantes, o de diversas empresas de alquiler cercanas a la costa.
El motivo de la plaga de algas son las consecuencias del cambio climático. El calentamiento del Mediterráneo hace que las algas puedan multiplicarse más rápidamente y extenderse más. Desde finales de los años ochenta existen pruebas de su existencia geográfica allí.