
Marsella: la belleza agreste del Mediterráneo
De ciudad portuaria a centro cultural Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia y la más antigua del país, es una metrópoli fascinante y llena de contrastes. Antaño conocida como una ruda ciudad portuaria de dudosa reputación, Marsella se ha convertido en los últimos años en un centro cultural de encanto mediterráneo. Los visitantes de la ciudad experimentarán una mezcla de historia, modernidad y auténtico savoir-vivre.
El Puerto Viejo
El corazón de la ciudad El Vieux-Port (Puerto Viejo) es el punto de partida ideal para descubrir la ciudad.Aquí, donde antaño echaban el ancla los marineros, palpita hoy la vida.Por las mañanas, los pescadores venden sus capturas, mientras que los cafés y restaurantes atraen a los visitantes con vistas al agua resplandeciente.
La tradicional bullabesa, una rica sopa de pescado originaria de Marsella, es especialmente recomendable.
Basílica de Notre-Dame de la Garde
Notre-Dame de la Garde, patrona de Marsella, se alza en lo alto de la ciudad. La imponente iglesia no sólo cuenta con impresionantes mosaicos y una estatua dorada de la Virgen María, sino también con una impresionante vista sobre la ciudad y el Mediterráneo. Merece la pena visitarla al atardecer, cuando Marsella se baña en una cálida luz.
El Panier
El pintoresco barrio de los artistas de Marsella Si pasea por las callejuelas de Le Panier, descubrirá una cara diferente de Marsella: pequeñas galerías, fachadas de colores y encantadoras plazas que invitan a quedarse. El barrio es el más antiguo de la ciudad e impresiona por su carácter auténtico. Aquí hay numerosos pequeños estudios que atraen a los amantes del arte y a los creativos.
Excursión a las Calanques
Los amantes de la naturaleza no pueden perderse las espectaculares Calanques, una serie de bahías en forma de fiordo situadas entre Marsella y Cassis. Aguas cristalinas, rocas escarpadas y una flora impresionante hacen de esta zona un paraíso para senderistas y piragüistas. La bahía más famosa, Calanque d'En-Vau, es un auténtico motivo de postal.
Marsella hoy: entre tradición y modernidad
Desde que Marsella fue nombrada Capital Europea de la Cultura en 2013, la ciudad ha experimentado una gran transformación. Nuevos museos como el MuCEM (Musée des Civilisations de l'Europe et de la Méditerranée) ponen acentos arquitectónicos modernos, mientras que el barrio del puerto se está aburguesando cada vez más. Sin embargo, Marsella sigue siendo una ciudad con carácter: cruda, cálida y llena de alegría de vivir.